Descubra los mejores Champagnes Demi-Sec

Champagne Nominé Renard Demi-sec es una cuvée equilibrada y expresiva elaborada a partir de una mezcla de Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier . Envejecido durante casi tres años en botella, este champán cautiva por su color amarillo claro con reflejos verdes, su rica nariz de fruta madura y bollería, y su paladar untuoso,...

Una sabia dosificación le aporta un toque dulce, sin pasarse, mientras que la frescura de la acidez natural realza los aromas cautivadores de esta dulce cuvée que mezcla generosas notas de frutos secos y especias dulces, y hermosos aromas de caramelo rubio al final del paladar. <span...

El Champagne Demi-Sec de la casa Billecart-Salmon es un vino familiar, extraordinario pero, sobre todo, auténtico.

El champán Veuve Clicquot Rich es un vino espumoso dulce perfecto para un cóctel durante una barbacoa. Para una experiencia aún más sabrosa, agregue cubitos de hielo e ingredientes seleccionados para crear un sabor único. Con notas de frutas exóticas, frutas cítricas, caramelo y miel, esta mezcla de pinot noir, chardonnay y meunier es equilibrada y el...

Champagne Taittinger Nocturne es una mezcla de 40% Chardonnay y 60% Pinot Noir y Meunier . Envejecido durante al menos 4 años en bodega, ofrece una textura suave y aromas de fruta madura.

El champán Veuve Clicquot Rich Rosé es un vino espumoso perfecto para todas las ocasiones. La mezcla de pinot noir y meunier ofrece un sabor único, con notas de frutos rojos, cítricos y galletas. Disfrútelo con cubitos de hielo y los ingredientes de su elección. Con una estructura tánica suave, esta elegante mezcla revela un sensacional ramo de sabores frutales y...

Champagne Taittinger Nocturne Rosé es un rosado de mezcla elaborado con uvas Chardonnay, Pinot Noir y Meunier, completado con un 15% de vino tinto tranquilo. Su color rosa intenso y su estructura equilibrada hacen de él una cuvée refinada, ideal para acompañar platos delicados.

Un poco más dosificado que el gran rosado, los aromas nos recuerdan a los azúcares de cebada y las mermeladas de frambuesa de nuestras abuelas. Un final en la efervescencia que aligera sin atacar las notas de frutas exóticas.