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A veces, el amor es el motor de una empresa de champán y otras veces, un motivo diferente es la razón de los inicios de una buena Maison. En el caso de Pol Roger, fue la necesidad de mantener a su familia lo que le impulsó a emprender lo que se convertiría en un viaje lleno de júbilo y épocas de cambio. El padre de Pol Roger estaba muy enfermo en ese momento y el futuro no parecía bueno, por lo que fue su hijo quien se propuso enorgullecer a su padre y cambiar la desgracia de la familia.
Ay es el lugar donde Pol Roger decidió iniciar su incipiente negocio y, una vez establecida, la Maison creció de una manera que nadie podría haber previsto. En 1851, cuando este éxito resultó demasiado para el pequeño local en ese momento, la Maison se trasladó a Epernay, bastión de la Champagne. En el plazo de cinco años, Pol Roger supo lo que tenía que hacer para que la Maison evolucionara aún más. Comenzó por aumentar la producción de champán Brut, algo que más tarde se convertiría en una bebida muy querida en todo el mundo.
En el estallido de las burbujas y en el hervor del vino se esconde la rica historia de Pol Roger, una casa de champán que ha trazado su camino hacia la gloria a lo largo de 170 años de existencia. En 1849, la primera venta de vino de Pol Roger marcó el inicio de una aventura excepcional. Mientras su padre, notario, se enfrentaba a una enfermedad incurable, Pol Roger se lanzó al negocio con determinación. El destino lo llevó a un comerciante en Aÿ, la cuna del champán Pol Roger, iniciando así una trayectoria que lo llevaría a Epernay en 1851. Esta decisión, dictada por la necesidad, se convertiría en la piedra angular de una reputación inigualable.
Entre 1946 y 1999, la figura emblemática de Winston Churchill se estableció en la historia del champán Pol Roger. El estadista inglés era un fiel defensor de la Casa, y calificaba su champán de «el más exquisito del mundo». Jean-Paul Kauffman, en «Voyage en Champagne», escribió que el champán Pol Roger era el de los «caballeros». Esta asociación con la distinguida personalidad de Churchill elevó la reputación de la Casa de champán Pole Roger a cotas sin precedentes. El refinamiento del champán Pol Roger se convirtió así en la encarnación de un arte de vivir y una fuente inagotable de placer, testimonio del alma única forjada por el espíritu de familia y el carácter del viñedo.
La gama de champán Pol Roger encarna la elegancia y la delicadeza, y cada botella de champán revela el saber hacer y la pasión que impregna cada burbuja.
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